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  • Foto del escritorChristian Puello Conde

10 costumbres que debes dejar a un lado para ser un buen Fotógrafo

Actualizado: 30 mar 2020


Todos queremos llegar a ser mejores fotógrafos una vez que comenzamos en la fotografía, aun siendo un hobbie, nuestra naturaleza siempre nos lleva a querer ser mejores, aunque queramos que sea solo una afición que nos ayude a expresarnos o comunicar en cierta manera lo que vemos o tenemos que decir. Para conseguir ser aún mejor en esta disciplina artística, a parte de aprender, estudiar, practicar y una serie de cosas que hay que hacer, hay otro grupo de comportamientos o costumbres que deberíamos dejar de lado pues nos limitan nuestro crecimiento propio cuando fotografiamos. Y estos son algunos de ellos.

Oculus - World Trade Center


1.- No es la Flecha, es el Indio!


Muchos habrán escuchado a alguien diciendo, "no es la flecha, es el indio" haciendo alusión a que no es la cámara la que saca buenas fotos, es el fotógrafo. Y les confieso que eso es totalmente cierto, pero no del todo. No puedes quedarte solo con esa premisa para conseguir buenas fotografías. Esto no quiere decir que no puedes tomar buenas fotografías con una cámara más económica que otra o con menos capacidades que otra, lo que te estoy tratando de explicar es que aunque puedas tomar buenas fotos con alguna cámara con menos capacidad, sé de muchas fotos que no podrás tomar con esa cámara.

La idea de que existan diferentes versiones de una cámara no es solo un tema de mercadeo o ventas, como los autos, los "años" de un modelo de automóvil se diferencian por mejoras en el mismo. Lo mismo sucede con las cámaras. Mejoras en los algoritmos de procesado de imagen y color, cambios en el procesamiento del ruido, en el sensor, mejoras de enfoque, entre otras cosas, te permitirán cada vez ir más allá de tus posibilidades y conseguir así mejores fotos. Esto sin mencionarte accesorios como filtros, un buen trípode o un disparador remoto que harán que consigas fotos que antes no habías capturado. Es como el indio usa la flecha que le dan.

Vía Láctea - Cerro Manquehue

2.- Disparar una metralleta


Uno de los grandes vicios que ha traído la fotografía digital es que podemos borrar cuanto queramos y el rollo fotográfico no se termina, así que no hay miedo de disparar a todo lo que se mueva y a lo que no también... ya algo bueno saldrá. Eso no es hacer fotografía, es disparar a lo loco. Si tenemos intención de llegar a ser mejores fotógrafos deberíamos detenernos y pensar qué estamos haciendo, pensar cada foto o al menos ser consciente de lo que vamos a tomar. "una fotografía se toma mucho tiempo antes de presionar el disparador... en tu mente". No en vano es mi premisa. Utiliza tu cámara como un pintor utilizaría su pincel, siendo consciente de que cada movimiento tiene una consecuencia en el resultado final de la imagen.

¿Cuál es el secreto para no encontrarte disparando a todo lo que se mueva? Relájate, ármate de paciencia, regálate un tiempo para pensar si la mejor foto que puedes tomar a algo es la que estabas a punto de hacer. También puedes ponerte un límite de fotos a tomar en una salida fotográfica, como si dispararas con una cámara análoga, eso si, no borres nada para notar tu evolución en la fotografía consciente.

Detente un momento y descubre la importancia de tomarte el tiempo justo para fotografiar.



3.- Confiar siempre en la suerte


Ser un buen fotógrafo significa saber exactamente qué pasa con tu cámara cada vez que haces click, y también qué es lo que hace una foto sea buena o mala. Confiar en la suerte es un mal hábito que nos queda sobre todo cuando empezamos a hacer fotos. Seguramente comenzaste a lanzar fotos y de golpe te ha salido una espectacular, pero no sabes cómo la hiciste y mucho menos por qué gusta tanto. Confiar ciegamente en la suerte no es propio de los buenos fotógrafos, es más un tema de paciencia y experiencia tal como te comentamos en el punto anterior.

Las buenas imágenes, por norma general, deben trabajarse siempre. Y la única manera de trabajar una foto es sabiendo qué es lo que tenemos delante, qué es lo que queremos conseguir, cómo debemos trabajar a nivel de composición para conseguirlo y, sobre todo, saber cómo funciona el equipo fotográfico que tenemos en las manos para poder plasmar aquello que tenemos en la mente. Piénsalo de esta manera, si quieres una gran foto de un atardecer desde una montaña no puedes pretender que solo debes subir hasta la cima y la tendrás, quizá tendrías que subir más de una vez y comparar cuál es mejor, o estudiar el clima en la tarde de un día que promete un buen atardecer. Por supuesto, esto no significa que la suerte no tenga ningún papel en las imágenes de un buen fotógrafo, todos tenemos grandes golpes de suerte y hay fotografías "improvisadas" muy buenas. Pero de la misma manera que el gran Dalí dijo que prefería que la inspiración le encontrara trabajando, la buena suerte debe pillarte preparado.



4.- No imprimir tus fotografías


Otro de los vicios de la fotografía digital es que nos hemos acostumbrado a ver nuestras imágenes siempre en una pantalla. Y la verdad es que una fotografía no se ve igual en papel que en digital. No sólo por la calidad de impresión o por las sensaciones que te puede producir el hecho de tener tus fotografías físicamente en las manos. El hecho de ver las imágenes en un formato tan distinto puede hacer que aprecies cosas que se te habían pasado por alto a la hora de valorarlas un medio digital. Escoge tus mejores fotos, busca un buen laboratorio fotográfico e imprime. Observa con calma, ordena, descarta. Además de este modo poco a poco irás haciéndote tu propia colección fotográfica con tus mejores imágenes.



5.- No practicar todos los días


En toda disciplina la mejor manera de perfeccionar tus habilidades es practicando. Dispara tanto como sea posible, no te limites en nada, dispara incluso cuando no tengas cámara, en todo momento, con tus ojos, mentalmente. pero no como una metralleta! dispara conscientemente siempre, en todo momento. Aprovecha que ahora las cámaras son digitales y no hay remordimiento económico de desperdiciar una fotografía, claro siempre estimulando tu ojo fotográfico, pensando que tomar y disparar. A medida que tus habilidades y técnicas mejoran, tu capacidad para contar historias también lo hará. No te preocupes mucho por la construcción de la foto en un principio, con el tiempo tu estilo surgirá y será algo casi involuntario, y luego de eso sí tendrás que emplear toda tu creatividad en las tomas.



6.- No seguir las reglas


La mayoría de las reglas que tenemos en la fotografía provienen de la pintura, de estudios sobre arte visual, y otras son propias de la disciplina. Cada vez que nos gusta una imagen o alguna foto nos parece interesante es porque ella contiene o cumple con un número de reglas que hacen que sea llamativa, quizá nosotros no lo sepamos pero nuestro cerebro si. el arte visual tiene mucho que ver en cómo reacciona nuestro cerebro ante la cosas que vemos, que emociones nos desatan o a donde nos trasladan.

Sería un grave error intentar capturar fotografías sin reglas de composición o de arte visual. Entre más reglas aprendamos y apliquemos a nuestras fotos más ricas serán las imágenes y mayor valor visual tendrán. Te invito a revisar el trabajo de Henri Cartier-Bresson.



7.- Seguir ciegamente las reglas


Como lo lees, las reglas de composición, de presentación, de exposición... sean cuales sean, en el arte no hay reglas definitivas. Como mucho son pequeñas directrices que nos sirven para orientarnos y que nos pueden ayudar en un momento de duda a conseguir un resultado más agradable a nivel visual. Pero en ningún momento deberías dejar que ellas te hagan la fotografía. Es como esperar que un Picasso siga las "reglas" de un Van Gogh. Lo mejor que puedes hacer con una regla es aprenderla, saber usarla, entender qué te da y, llegado el momento, saber romperla. No vale romper una regla "porque sí", solo porque te haces llamar artista, se tiene que hacer a conciencia y con un propósito o razón. A lo largo de tu vida fotográfica, descubrirás que hay reglas que te cortan las alas. Verás que, en ciertos momentos, si quieres expresar algo, no podrás hacerlo siguiendo las reglas. Si sabes cómo funcionan las reglas, si las conoces, si sabes aplicarlas correctamente, sabrás cuándo y cómo romperlas para conseguir mejores resultados. Por esa razón Picasso dice que aprendamos las reglas como un Pro... para luego poder romperlas como un artista.



8.- No ser parte de una comunidad fotográfica


No sólo tendrás la oportunidad de publicar y compartir tus fotos con el resto del mundo, sino que serás parte de un grupo atractivo que ofrece información sobre la vida del fotógrafo profesional. Aquí aprenderás cosas nuevas que te ayudarán en mejorar tu técnica, y lo mejor de todo, harás nuevos amigos fotógrafos, verás que se está haciendo en el mundo, tomarás lo bueno y desecharás lo malo para ti, tendrás críticas que te harán crecer y claro está, existe la posibilidad que también recibas críticas severas, nunca falta quién se crea dueño de la verdad, pero sabemos que en la fotografía no existe verdad definitiva. Esto no quiere decir que ignoremos estas críticas, todo depende de ti, evaluarla, evaluarte y decidir qué hacer con ella... aceptarla y mejorar.



9.- Centrarte demasiado en la técnica


Enfoque, exposición y composición son algunas de las características de una buena fotografía, no es cierto?. Pero una fotografía puede ser buena aun siendo borrosa, movida o con defectos en la composición. Esto es algo que he aprendido estos últimos años. Centrarte en exceso en la técnica puede hacer que tus fotografías sean menos expresivas o, en el peor de los casos, que pierdas la oportunidad de hacer algunas fotos concretas. Libérate de ese peso que es el querer hacerlo "bien". ¿Qué significa todo esto? Significa que cuando salgas con tu cámara a hacer fotos, debes ser tú (y no tus profesores de fotografía, amigos fotógrafos, o cualquiera que haya influido en tu formación artística) el que haga las imágenes. La técnica, igual que las reglas de las que acabamos de hablar, cuando es bien sabida, se aplica de manera automática. Cuando tú, como fotógrafo, decidas que es más importante el momento que estás captando que la propia técnica fotográfica o, incluso, que el hecho de hacer una fotografía desenfocada o "mal compuesta" (a ojos de la técnica, por supuesto), estarás creando. Y, seguramente, tus imágenes terminen por tener más significado. Por supuesto si expones tu trabajo al gran público (publicándolo por ejemplo en una galería en internet), siempre habrá quién te diga "esta foto está trepidada". Nunca falta quienes se crean dueños de las reglas fotográficas para lanzar sus críticas, de esto sé mucho de los grupos de fotógrafos a los que pertenezco, pero créeme, las personas que de verdad sepan apreciar la fotografía como un arte, sabrán ver que aquello que para otro es un error, en realidad es todo un acierto.



10.- No leer libros de fotografía


Tener el equipo fotográfico más costoso no significa que sacarás las mejores fotos. La buenas fotografías llegan después de haber sacado miles de malas fotografías y para ir encaminando por el correcto camino, siempre tienes que estar en contacto con otros fotógrafos. Trata de comprar libros especializados, no hay mejor fuente de inspiración que los grandes maestros que ya han publicado uno o dos ejemplares de su obra. Como decía Ansel Adams, un gran fotógrafo admirado por mi, "10 buenas fotografías en un año... es una buena cosecha".


Esto se vé un poco afectado porque vivimos en otra era distinta a la que vio nacer a la fotografía, donde todos estamos permanentemente enganchados a la computadora, el smartphone o tablet, pero deberíamos dejar un tiempo para volver a nuestros antiguos compañeros: los libros. Es incontable la cantidad de libros que existen que tratan de la fotografía como tema principal. Libros de técnicas, de composición, biográficos inclusive algunos solo tienen fotos con algunos detalles de cómo, cuándo y dónde se tomaron. Los libros verdaderamente importantes, a mi parecer, son aquellos que no tratan de la técnica. La técnica fotográfica básica es muy sencilla, si sabes exponer bien en modo manual y tienes buen ojo a la hora de componer, tienes medio camino hasta llegar a ser un buen fotógrafo. La práctica es el otro medio camino, en realidad es el que marca la diferencia, sin práctica, sin constancia no hay éxito, como dicen en Japón, "La disciplina tarde o temprano vence al talento". Con leer uno o dos libros de técnica fotográfica podría bastar para tener una base muy bien formada sobre este arte, si terminamos de complementarlo con la interminable cantidad de información que somos capaces de encontrar en Internet hoy en día, nuestra formación fotográfica puede llegar muy lejos. Sin embargo, existe una serie de libros en los que sus autores hablan de fotografía sin hacer especial mención a la técnica. Son libros que te permiten reflexionar sobre las imágenes, profundizar en la fotografía. Estos son los libros que te ayudarán a crecer como fotógrafo una vez ya tengas toda la teoría asentada. Busca libros que hablen de narrativa fotográfica, o sobre la visión o la mente del fotógrafo. La fotografía es un medio de comunicación poderoso, y el aprender a expresarnos a través de ella nos elevará a un nivel fotográfico inimaginable. Estos libros te ayudarán a verlo todo de otra manera y, por lo tanto, te ayudarán a mejorar tus fotografías. Empaparte de conocimiento fotográfico nunca puede centrarse en, sólo, ver imágenes en internet. Leer libros, ver películas, acudir a exposiciones... Todo ello te ayudará a ser mejor fotógrafo.


Qué podemos concluir

Existe un epidemia de fotógrafos las últimas décadas, con los avances tecnológicos, lo que costaba 15 años para aprender, ahora se aprende en 3 años. Y aunado a esto, están quienes se compran una cámara, se la colocan en el cuello y se hacen llamar fotógrafos profesionales. Profesional es el Fotógrafo, no la cámara.

Solo hay una forma de convertirte en un gran fotógrafo, esa es tomarte el tiempo para aprender fotografía. La fotografía es una disciplina combina el estudio del arte y la Física a la vez, no te debes quedar solo con la técnica, aprender fotografía no significa saber exponer o conocer todas las reglas de composición, saber fotografía significa hacer de tu cámara una herramienta para poder reproducir eso que tu mente ve, ser conscientes de todo el proceso que conlleva la fotografía, saber distinguir de una buena foto y una no tan buena, y esto se consigue haciendo fotografías, viendo fotografías, leyendo sobre fotografía, reflexionando sobre fotografía, hablar el lenguaje de las imágenes y experimentando con tu cámara hasta dar con tus propias imágenes.

¡No dejes que nadie te diga que estás haciendo algo mal y conviértete en ese fotógrafo que deseas ser!

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