Santiago de Chile, para ser una ciudad cuya contaminación no te deja apreciar sus maravillosos atardeceres en la mayoría de las veces, si cuentas con uno de esos escasos "chaparrones" de agua que pueda limpiar el aire, de seguro tendrás uno con los mejores colores que hayas podido ver.
Este fue mi caso, ya en la tarde se veía venir un día transparente y junto a mi novia decidimos dar un paseo por el Parque Bicentenario. Mientras hablabamos, conocía y recorría el parque miraba al cielo y ya sabía lo que se venía... un potencial atardecer y siempre con cámara en mano preparado estaba.
Momentos antes de comenzar el recorrido al inicio del parque noté que había una laguna y me adelante en el tiempo, vi esos colores y al Costanera reflejados en ella, pero aun era muy temprano, el sol estaba arriba tovadía. Lorena me llevaba mas lejos de la laguna mostrandome las maravillas del parque y yo asumí que podríamos estar de vuelta en la laguna para el momento exacto, empezaba la primavera y los día comenzaban a ser mas largos, momento en que los atardeceres se hacen esperar. Comimos helados, tomamos otras fotos, montamos bicicleta y justo cuando decidió ir mas lejos supe que ya no era posible. Le pedí encarecidamente que volvieramos, que tenía que tomar una fotografía. Estoy muy contento de tenerla, accedió inmediatamente, sabiendo que ya tenía planes de lo que me quería mostrar, desistió de ellos para que yo tomara mi foto. Sé que no todos son tan permisivos pero ella conoce cuál es mi pasión y volvimos.
Tan exacta fue mi predicción que los dos estabamos maravillados de lo que veíamos, ella sacó su celular y también "foteó" aquel increíble paisaje, por mi parte y sin trípode confié en mi pulso y tomé esta foto a 1/20 seg... el resultado me reconforta, era justo lo que esperaba.
Una fotografia se toma mucho antes de hacer click... en tu mente.
